UN DÍA
EN LA ESCUELITA
EN LA ESCUELITA
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El día en la escuelita empieza con una entrada relajada entre las 9:00 h y las 09:30 h, en la que las familias pueden permanecer en el espacio y compartir un tiempo con los niños y las niñas.
Justo antes de entrar en el espacio es necesario quitarse los zapatos. Cada uno de ellos y ellas tiene su cajón y su perchero dónde guardar sus pertenencias y, además, tenemos un pequeño banco para que puedan quitarse los zapatos, fomentando así su autonomía. Después de ese pequeño ritual, cada niño y cada niña va entrando al espacio, acompañado o no, y ahí nos encontramos las guías para acogerles individualmente y ofrecerles su momento, en el que poder conectar. Si nuestras emociones son acogidas y empezamos el día con aliento y en calma todo estará en disposición para poder aprender. A partir de las 9:30 h empieza el momento de exploración y trabajo y quien lo necesita puede tomar un pequeño snack. Durante ese tiempo, los niños y niñas eligen el material con el que quieren trabajar y se mueven por el espacio libremente. Algunos toman un tiempo para descansar, otros prefieren leer un cuento, otros cogen un material, lo trabajan durante un tiempo, lo guardan, vuelven a coger otro… y así va transcurriendo la mañana. Hacia media mañana, siempre teniendo en cuenta las necesidades de los niños y de las niñas, realizamos una pequeña propuesta relacionada con arte, música, movimiento, yoga, exploración sensorial, entre otras. Es una propuesta más dirigida pero no obligatoria, es decir, quien quiere puede realizarla y quien quiere puede seguir trabajando con lo que estaba Para nosotras es importante la zona exterior y queremos que sea una continuidad de la zona de trabajo interior, por ello, los niños y las niñas siempre tienen acceso al patio de manera que pueden salir cuando ellos quieran o lo necesiten. Cada día en la escuelita es diferente ya que son los niños y las niñas los que van marcando el día en función de su ritmo. Nosotras, las guías, observamos y disponemos los materiales en función de las necesidades y características del grupo para que puedan ir aprendiendo de manera independiente y autónoma teniendo en cuenta sus intereses y sus necesidades, por lo que no forzamos su trabajo, dejamos que escojan libremente qué es lo que quieren hacer. Hay días que un niño o una niña puede estar un largo período de tiempo con un mismo material o con varios materiales de la misma área, o puede que esté cambiando en varias ocasiones de materiales de diferentes áreas, luego salga al patio un rato a realizar una actividad más motriz y vuelva a leer un cuento para después seguir trabajando con más materiales. Sobre las 12:00 h aproximadamente, preparamos la mesa para poder empezar a comer. A este momento le damos importancia, no por la cantidad de ingesta en sí, sino por todo lo que conlleva: compartir un espacio, trabajar la vida práctica, favorecer su autonomía y su sentido de pertenencia. Después hay un momento de relajación y descanso. Por la tarde hacemos de nuevo propuestas que pueden ser en el exterior o en el interior y estar relacionadas con lo sensorial, el arte, la literatura… |